En ocasiones lastimamos a los pequeños sin saber. Conoce estas cinco heridas de la infancia para evitarlas o repararlas.
Algunos padres sin saber lastimamos a nuestros hijos y les producimos heridas que pueden marcar su infancia.
Lo importante es saber reconocer los errores para corregirlos y así evitar herirlos.
Además entre más nos preparemos como padres, definitivamente evolucionarémos emocional y espiritualmente, y nuestra familia también.
Herida de abandono:
Durante el primer año de la infancia hubo falta de afecto, compañía, protección y cuidado o al menos hubo esa percepción.
Herida del rechazo:
Durante los dos primeros años de vida hubo alguna experiencia que lo hizo sentir no aceptado por los padres o algún miembro de la familia.
Herida de humillación:
Durante alguno de los tres primeros años de vida hubo la percepción de haber sido ridiculizado.
Herida de la traición:
Durante los cuatro primeros años de vida hubo mentiras o promesas no cumplidas.
Herida de la injusticia:
Durante los cinco primeros años de vida hubo la percepción de frialdad o falta de sensibilidad de parte de los padres o de algún miembro de la familia.
La buena noticia es que muchas heridas de la infancia pueden repararse. Pero hay que saber cómo y actuar lo antes posible.
En el Centro del Bienestar Integral contamos con especialistas que te ayudarán a identificar qué errores estás cometiendo para que puedas corregirlos y establecer una excelente relación con tus hijos.
Por Rocío Botello (Maestra en Terapia Familiar Integral)