Tener la razón

Tener la razón: ¿para qué?

Tener la razón es uno de los hábitos más dañinos de los seres humanos. En el Centro del Bienestar Integral te decimos por qué

Uno de los peores hábitos que tenemos los seres humanos es tratar de demostrar que tenemos la razón y por qué lo digo.

¡Porque no es verdad, porque no hay verdad absoluta!

Basta hacer un recuento del pasado para darnos cuenta de todas las verdades que han caído, por ejemplo:

1.- La tierra es plana, y …¡Costó vidas!

2.- La tierra es el centro del universo, y …¡Costó vidas!

3.- El plomo puede curar enfermedades y es ideal para el maquillaje, y …¡Costó vidas!

4.- Las sangrías curan y … ¡Costó vidas!

5.- Los homosexuales son pervertidos… ¡Costó vidas!,etc., etc.

Así, como en el pasado ideas falsas, de personas que juraban tener la razón fueron derribadas, podemos estar seguros de que lo que hoy se cree con mucha firmeza, mañana quizás caigan, porque la ciencia, que se sabe nunca finita ni terminada, siempre devela nuevos descubrimientos.

¿Por qué queremos tener la razón?

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1.- Porque existe la falsa creencia de que quien tiene la razón es superior al otro.

2.- Porque opinamos que estamos en verdad, y es que muchos de nuestros supuestos están basados en experiencias reales para nosotros, pero no reales para otros. Por ejemplo, el mundo es peligroso, una idea que probablemente vivimos o heredamos, y sí, el mundo puede ser peligroso, pero también maravilloso.

El peligro de siempre querer tener la razón

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1.- Vamos a entrar en conflicto con personas que no miran el mundo igual que nosotros, porque al final sus experiencias han sido diferentes a las nuestras y son tan reales como las nuestras

2.- Vamos a dejar de evolucionar, porque no hay nada más involutivo y mortal que la rigidez. Cuando algo ya no cambia, ya no crece, es porque su desarrollo se ha detenido, y lo que sigue es la muerte.

Pero, si yo sé que mi visión es válida, por qué cambiarla

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No se trata de cambiarla, ni pensar que nuestra visión es equivocada, porque si es nuestra y está basada en la experiencia y es real, al menos para nosotros.

Se trata, en cambio, de complementar, ampliar, ver el objeto, nuestra verdad desde otra perspectiva, para ver, como se dice la big picture.

Cuando esto ocurre, descubrimos nuevos colores, nuevas visiones, algunas definitivamente quizás no nos encanten, otras quizás de plano no vayan con nosotros, y otras van a complementar nuestra visión.

Lo que no se vale es devaluar la visión de otros, pensar que nuestra visión es más certera, más completa, porque como decía Sócrates, “yo sólo sé que no se nada”, y es cierto entre más descubrimos y más sabemos y más nos desarrollamos, nos damos cuenta de que nos falta más y más…

Y no se trata de entonces sentirnos perdedores porque no lo sabemos todo, se trata de con humildad aceptar que la verdad del otro es tan real como la mía. Que la visión del otro no es más valiosa que la mía, y que hoy tengo la oportunidad de ampliar y complementar mi visión, evolucionar y seguir creciendo.

En el CENTRO DEL BIENESTAR INTEGRAL te invitamos a seguir evolucionando y si consideras que requieres apoyo ¡Nosotros te ayudamos!

Por Mariana Chávez Rodríguez/ Psicoterapeuta psicoanalítica y Cofundadora del Centro del Bienestar Integral.

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