Berrinches en adultos

Berrinches en adultos: ¿Cómo se manifiestan y cómo responder?

Los berrinches en adultos son más comunes de lo que pensamos, ¿cómo se manifiestan y reaccionar frente a estos?

Lo creamos o no, los adultos también hacen berrinches. Éstos son una reacción desbordada de ira o de rabia que obedece a una incapacidad de gestionar emociones vinculadas al enojo o la frustración.

Pero ¿qué es la gestión de emociones? Es la capacidad de identificar mi emoción y darle un nombre, entender de dónde viene y manifestarse de manera asertiva, para mí y para los demás.

¿Qué pasa cuando no hay esta gestión de emociones? La persona actúa sus emociones sin ningún filtro, es decir, hacen un berrinche, tal como lo hace un niño que está aprendiendo a modular sus emociones.

¿Cómo se manifiestan los berrinches en adultos?

Berrinches en adultos

Foto de Julien L en Unsplash

Silencio: consiste en dejar de hablarle a la persona, similar a la “ley del hielo”, que hacen los niños pequeños.

Explosión: son los típicos hombres y mujeres que gritan desbordadamente, intentando someter a los demás, generando miedo. Son los típicos “Lady y Lord”, exhibidos en las redes sociales.

Agresividad pasiva: consiste en hacer comentarios hirientes y devaluaste, de manera indirecta. Esto incluye la exclusión, te sacan, literalmente, de tu vida.

¿Cómo reaccionar frente a los berrinches en adultos?

Cómo reaccionar frente a los berrinches

Foto de Andrey Zvyagintsev en Unsplash

Igual que lo hacemos con un niño, en los berrinches de adultos hay que:

  • Identificar que es un berrinche: Entender que la persona está haciendo un berrinche y que no sabe gestionar sus emociones.
  • No sentir culpa: las personas berrinchudas, como a los niños, les gusta hacer sentir culpables a los demás, y no hay que caer en ese juego. La respuesta que cada persona tiene a circunstancias diversas es responsabilidad de la persona, no de los demás.
  • No sentir miedo o desesperación: El miedo y la desesperación puede paralizarnos o hacer que nos hagamos chiquitos y sedamos.
  • Mantener la calma y responder con tranquilidad: no regresar la violencia, mantenernos tranquilos e incluso describir lo que estás viendo. “Observo que te estás sintiendo muy frustrad@, luego platicamos cuando estés más tranquil@”. “Veo que está muy enojad@ y lo entiendo, sin embargo, así son las reglas para la seguridad de todos”.
  • Cuidar que no se haga daño o que nos haga daño: en el caso de los niños, algunos tienden a pegarse, a dar pataletas y azotarse contra el piso. En el caso de los adultos, pueden intentar agredirnos. Lo ideal es ponernos a salvo.
  • Establecer límites: retirarte y explicarle que no puedes continuar ningún tipo de relación o diálogo bajo esas circunstancias.  
  • Mantenernos firmes y tranquilos: si estamos seguros de que estamos haciendo lo correcto, mantenernos tranquilos y firmes. Podemos negociar, también si vemos, que el punto de vista del otro también es correcto, pero siempre y cuando la persona ya esté tranquila.

¿Cómo aprendo a gestionar emociones?

Ir a terapia

Foto de Ben White en Unsplash

La buena noticia es que sí se puede aprender a gestionar emociones y es muy importante saber hacerlo, porque no hacerlo, no sólo lastima a tus seres queridos, sino también te puede poner en peligro.

Nunca sabes con qué clase de berrinchudo te puedas encontrar en la calle, y hay algunos que son capaces de agredirte físicamente.

Y si tú no eres berrinchudo, pero vives con alguien así, lo ideal es que también lo invites a tomar terapia, o bien tú la tomes, para que sepas cómo reaccionar, no te enganches y sobre todo analices qué te mantienen al lado de una persona que no sabe gestionar sus emociones.

En el Centro del Bienestar Integral te ofrecemos este acompañamiento para que aprendas a gestionar emociones o bien establezcas límites necesarios respecto a las personas que no saben hacerlo.

Por Mariana Chávez Rodríguez/ Psicoterapeuta psicoanalítica y Cofundadora del Centro del Bienestar Integral.

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