Qué es la responsabilidad afectiva y por qué es importante en nuestras vidas

La responsabilidad afectiva es la capacidad de reconocer y asumir que nuestros actos causan emociones en las personas con las que nos relacionamos. No tenerla puede dañar y dañarte.

Todos hemos conocido a esas personas que sólo piensan en su conveniencia y no le importa los intereses o necesidades las personas que las rodena

Que no miden sus palabras ni actos, y luego te responsabilizan por la respuesta que puedes tener.

Que cuando te lastiman jamás ofrecerán una disculpa pues tú eres muy sensible.

Que no validan tus emociones, pues lo único que importa son las de ellas. No quieren escuchar tus quejas, ni peticiones.

Que incumplen sus promesas o compromisos, te cambian las cosas de último momento   y te dice que tú fuiste el que entendió mal.

Te ocultan información sobre su vida personal.

Que cuando el vínculo se comienza a hacer más fuerte, se ocultan y guardan silencio.

O que establecen relaciones emocionales de corte utilitario y luego dicen que tú fuiste el que se equivocó.

Que son incapaces de reconocer todo lo que aportas a la relación y al mínimo error te rechazan o te hacen a un lado.

Que no detienen sus acciones o palabras, sin importar que te hieran, porque en el fondo sienten que están haciendo justicia.

Este tipo de personas definitivamente no tienen responsabilidad afectiva.

Tener responsabilidad afectiva es la capacidad de reconocer y asumir que nuestros actos causan emociones en las personas con las que nos relacionamos. 

Es decir, se trata de ser conscientes de las implicaciones que conllevan los vínculos entre las personas, no importa si es emocional, laboral de amistad, etc.

¿Por qué es importante desarrollar responsabilidad afectiva?

Foto de Kyle Broad en Unsplash

Quienes viven con personas sin responsabilidad afectiva se sentirán culpables, perderán la confianza en ellos mismos y se sentirán utilizados y drenados.

Otorgarán gran parte de su tiempo, dinero, talento y amor, y sentirán que jamás será suficiente.

Las personas que carecen de responsabilidad afectiva, si bien parecen los grandes ganadores no es así, pues difícilmente van a poder establecer vínculos sanos y duraderos con personas.

Curiosamente se sentirán que son víctimas cuando en realidad, ellos son los victimarios.

No serán capaces de reconocer que parte de su bienestar obedece al trabajo de otras personas y por lo tanto se sentirán vacíos y solos, aunque no es así.

Pero lo que sí es un hecho es que terminarán alejando a las personas que alguna vez confiaron en ellos.

¿Cómo desarrollar la responsabilidad afectiva?

Foto de Jeremy Doddridge en Unsplash

  • Toma conciencia de que somos seres sociales y que 1 + 1 = 3
  • Aprende a reconocer nuestras emociones y vulnerabilidad.
  • Agradece por todo lo que tienes y reconoce que el apoyo que recibiste de los demás para estar donde estás.
  • Expresar emociones e intenciones claramente.
  • Si tus acciones lastimaron a alguien ofrece una disculpa y si puedes y te lo permiten, repara el daño.
  • Valida las emociones de los demás, lo que los demás sienten es tan importante como lo que tú sientes.
  • Establece consensos claros
  • Sé empático y pregúntate, a mí me gustaría que me hicieran lo que yo hice.
  • Establece límites de forma clara y respetuosos

Si consideras que estableces vínculos con personas con poca o nula responsabilidad afectiva te invitamos a que analices la razón, para que puedas alejarte asertivamente y sin sentirte culpable, porque créeme, las personas sin responsabilidad afectiva te culparán.

Si después de leer este artículo descubriste que eres una persona sin responsabilidad afectiva, te invitamos a que acudas a terapia emocional, para que descubras la razón y establezcas vínculos reales y duraderos.

¡En el Centro del Bienestar Integral podemos apoyarte!

Por Mariana Chávez Rodríguez/ Psicoterapeuta psicoanalítica y Cofundadora del Centro del Bienestar Integral.

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